Son espacios de contención para chicos de 15 a 24 años; ofrecen talleres
y un lugar donde acceder a información y a ayuda para participar de los
distintos programas del Estado.
"Yo abandoné la escuela hace cuatro años, pero el año
que viene retomo", dice Ricardo Fontana que tiene 23 años y es uno de los
jóvenes que aprovecha casi diariamente la nueva Casa del Futuro, en Villa
Jardín, Lanús. Se acaba de juntar con su mentora, Valeria Traverso, y confirmó
su interés en continuar sus estudios; ella lo va a acompañar en el proceso.
Además del programa de mentoreo, Ricardo participa de los cursos de artesanías,
maquillaje y danza.
La Casa de Lanús se inauguró el 6 de octubre y Ricardo
Fontana es uno de los 120 jóvenes inscriptos en los distintos talleres y
programas que ofrecen. Las Casas del Futuro son creadas por la Subsecretaría de
Juventud, del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Buscan contener a
los jóvenes, entre 15 y 24 años, en situación de vulnerabilidad. Son espacios
donde se unifica la oferta estatal, a través del gobierno nacional, provincial
y los municipios locales, y donde confluyen empresas, organizaciones civiles e
individuos que quieren trabajar por un mejor futuro para la Juventud.
Es una política de multiabordaje que incluye desde
preparación para el mundo laboral, hasta acompañamiento en los estudios,
actividades recreativas y deportivas, y la posibilidad de acercar las distintas
propuestas del Estado, a jóvenes que muchas veces ni se enteran de que existen.
Cuentan con trabajadores sociales y psicólogos para dar contención.
Dado el alto costo de la construcción de las casas, existe
un segundo programa que se desarrolló para lograr una mayor penetración: el
programa "Acá estamos". Tiene los mismos objetivos finales, pero
implica la identificación de centros comunitarios y líderes barriales
positivos, quienes, con apoyo del estado, pueden potenciar y lograr mayor
alcance de sus efectos beneficiosos en el barrio; sin la necesidad de la
construcción de una casa. Son espacios a donde los jóvenes ya se acercan en
forma natural y que pueden ser aprovechados para poder armar una oferta más
amplia e integral.
Según datos del año pasado, de la Encuesta Permanente de
Hogares, son 800.400 los jóvenes, entre 15 y 24 años, que no estudian ni
trabajan (ni nis), y no terminaron el secundario.
La terminalidad educativa y la inserción laboral de los
jóvenes es muy deficiente. Las cifras oficiales dan cuenta de que sólo el 50%
de quienes comienzan la secundaria, la terminan. En el plano laboral, la última
publicación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre desempleo
en la Argentina, estableció que: "en Argentina, al igual que en otros
países de la región y del mundo, los jóvenes representan uno de los grupos con
mayores déficits de trabajo decente".
"Las Casas del Futuro prueban que se puede tener
política social sin apoyo económico [individual] de por medio", dice Pedro
Robledo, Subsecretario de Juventud. Explica que las Casas están dirigidas a un
público entre 15 y 24 años porque "a los 15 años los padres pierden
autoridad sobre sus hijos y está comprobado que es la edad en que caen la
cantidad de Asignaciones Universales por Hijo (AUH), por un tema de abandono
escolar; además, coincide con que los clubes barriales también dejan fuera de
la liga, a los mayores de 15".
La Casa del Futuro de Lanús
Fue construida por el municipio local, con subsidio de la
Nación, y tuvo un costo de 8.100.000 pesos. Es colorida, todo es nuevo, y
cuenta con seis salas, una con computadoras provistas por el ministerio de
Modernización, una sala para actividades audiovisuales, otra para el taller de
talabartería, y otras donde se ofrecen los distintos talleres que brindan las
ONGs que trabajan allí con ellos. En frente hay una plaza con juegos y atrás
tiene una cancha de futbol. La semana pasada, al costado de la casa, se montó
un operativo de "El estado en tu Barrio".
"Antes de abrir hicimos muchos timbreos en el barrio
para recoger las inquietudes de los jóvenes; cuando abrimos, ya nos estaban
esperando", dice Juliana Chahin, Directora de la Casa. Explica que también
se trabaja con las necesidades del barrio a nivel laboral para poder brindar
herramientas que realmente les sirvan para conseguir empleo.
Carola Giuri tiene 21 años y participa en el taller de
teatro y las clases de inglés. "Lo que más me gusta es la oportunidad de
formarme como persona y poder ir con mi bebe", cuenta.
Los sábados, por ejemplo, se ofrece taller de chapa y
pintura. El contenido teórico se da en la Casa y la práctica en un taller
mecánico del barrio, el Taller Amarotti. Uno de los auspiciantes es Sherwin
Williams que los beca a los chicos para el curso de colorimetría y el otro es
Nissan, que también está comprometido con este proyecto.
"Ofrecemos distintos cursos para aprender oficios que
después unimos a programas de emprendimientos y microcréditos", explica
Robledo, que además destaca la unión del sector público, privado y las ONGs
como una de las claves del éxito de este programa.
Sin embargo, el alto costo de construcción de cada casa
dificulta la escalabilidad. Cuando Mauricio Macri inauguró la primera sede de
la casa del Futuro, en Villa Devoto el año pasado, dijo: "Esta es la
primera Casa del Futuro del país y soñamos con que haya una en cada provincia
lo antes posible: comenzamos una en La Rioja, otra en Tucumán, Córdoba, Jujuy,
Tierra del Fuego y esperamos el año que viene avanzar en todo el país".
Casa del Futuro, un lugar para los jóvenes
Pero el proceso de crecimiento parece ser más lento y hoy
hay tres Casas del Futuro en funcionamiento: una en Devoto, ciudad de Buenos
Aires, otra en Lanús, provincia de Buenos Aires y una en Luján de Cuyo,
Mendoza. A su vez, hay dos casas en construcción, una en Ushuaia, Tierra del
Fuego y otra en Godoy Cruz, Mendoza. También hay licitaciones adjudicadas en
Córdoba y Mar del Plata.
Desarrollo Social informó que también poseen convenios para
Casas del futuro en Abrapampa, Jujuy; 3 De Febrero, Buenos Aires; y en las
capitales de Córdoba, La Rioja y Entre Ríos.
Programa "Acá estamos"
Es una variante más económica de las Casas del Futuro, que
brinda la posibilidad de lograr un mayor alcance. Está dividido en 2 fases. Una
primera fase que incluye el estudio del barrio, detección de centros
comunitarios y líderes barriales, con entrega de equipamiento e insumos. La
fase 2 tiene como orientación la Casa del Futuro y busca poder ofrecer todos
los programas estatales allí, incluso las nombran como Casas del Futuro tipo B.
Luis Verón es uno de los líderes barriales identificados por
el gobierno. Es boxeador profesional y vive en el barrio Lanzone, en San
Martín. Quería tener una escuela de boxeo para los chicos del barrio, pero no
contaba con los recursos para poder concretarla. La Subsecretaría de Juventud
se contactó con él y se comprometió a otorgar el equipamiento necesario. Con
esa ayuda, Verón consiguió que la Sociedad de Fomento le facilitará un espacio
donde poder realizar las clases. Al Estado le requirió una inversión de 300.000
pesos en materiales deportivos y Verón pudo armar la escuela "Por una
mejor calidad de vida", en la que participan 150 chicos, con una
proyección de llegar a 500.
Ampliar el alcance de estos programas, sin perder cercanía y
calidad, es el desafío que se plantea la Subsecretaría de Juventud.
Fuente: lanacion.com
Por: Lucrecia Lacroze
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