Hasta ahora, quienes cobran los $4.430 pueden realizar
talleres o trabajar en cooperativas. Un nuevo plan fijará que obligatoriamente
deberán completar la primaria y secundaria.
Movimientos sociales
Tras dos años de evaluación, el Gobierno prepara un cambio
radical en la política de planes sociales.
Con la promesa de que “nadie que cobre un plan va a dejar de
cobrarlo”, el objetivo es que los miles de millones de pesos que cada año el
Estado destina a auxiliar a los sectores más vulnerables continúen contemplando
una contraprestación por parte de cada beneficiario, pero que ahora se enfoque
fundamentalmente en educación y capacitación.
Desde lo político y lo económico, la medida representará un
duro golpe a las organizaciones sociales. Implica una quita en los fondos que
anualmente reciben del Estado y también en la influencia territorial, ya que el
plan dejará atrás el viejo sistema de control de planes por planillas.
En términos técnicos, el plan del Gobierno contemplará la
eliminación de los programas Argentina Trabaja y Ellas Hacen y la creación de
uno nuevo, “Hacemos Futuro”, que involucre a los beneficiarios nucleados en
ambos. Pero va más allá.
Es que el programa tiene dos ejes programáticos. El primero
comprende la “Educación Formal Obligatoria”, por lo que los titulares de los
planes deberán finalizar sus estudios primarios y secundarios.
“A los fines de permanecer en el programa, los beneficiarios
deberán acreditar que se han inscripto y se encuentran cursando la educación
formal obligatoria”, establece uno de los lineamientos del plan.
"Cambiamos el paradigma: de unidades productivas que hacen sillas y mesas
(entre otras cosas), pasamos a uno focalizado en brindar autonomía a la
persona", dijeron en el Gobierno.
Luego, los beneficiarios podrán profundizar su “Formación
Integral” y especializarse. El programa contempla cursos de formación formal,
superior y/o profesional; y talleres formativos, brindados por organismos,
incluso no gubernamentales.
“La idea es empoderar a las personas, garantizando en
principio que concluyan sus estudios; y, luego, que se capaciten a través de
cursos y prácticas para tener más chances de insertarse en el mercado laboral”,
explicó una alta fuente al tanto del plan.
Así, la gente podrá optar por cursos de formación en
institutos primarios, secundarios y terciarios habilitados por el Ministerio de
Educación. "Se va a invertir la carga de la prueba: en vez de que dependan
de un puntero o de un jefe político que valide su asistencia en una planilla,
podrán elegir de una larga lista de lugar dónde ir a formarse", se
entusiasmaron en el Gobierno.
De todos modos, también se convalidarán los proyectos de
centros que realicen prácticas, pero con alto impacto público, como obras de
infraestructura.
Stanley acordó con Quintana que los fondos que se ahorrarán
con este cambio -este año superarán los $1.500 millones- serán destinados a
obras de infraestructura para mejorar barrios vulnerables. Ahí sí podrían
entrar las organizaciones: a los líderes piqueteros, que pasarán hoy por
Desarrollo tras largas semanas de distanciamiento, les ofrecerán ponerse al
frente de esas tareas.
Fuente: clarín.com
Por: Ignacio Ortelli
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